Nuestro Comienzo

Para hablar de los comienzos de Oasis, hay que remontarse al verano de 1994 o un poco antes, ya que teníamos un chiringuito sin explotarlo. Un matrimonio con cuatro hijas y un negocio que de nada sabían. Ella (Ana) era ama de casa y él (Jose Manuel) trabajaba en una inmobiliaria. Y de repente, tenemos un “Chiringuito en la playa”.

Los comienzos no fueron fáciles debido a que en pleno verano tuvimos que hacer un chiringuito nuevo. Sí pudimos trabajar con las hamacas, pero las “cuatro latas” (como así la llamábamos) no se inauguró hasta el 31 de julio de ese mismo año, ya con temporada empezada. Pero bueno “quién dijo que los comienzos fueran fáciles”.

Por aquel entonces, en la playa no se vendían nada más que refrescos y mi madre pensó que se podría vender alguna que otra cosa más. Comenzaron los bocadillos, la primera tortilla de patatas, los pescaítos fritos, sardinas, …

Fueron años de ir conociendo de nuestra capacidad de comercio, de si valíamos o no para esto. Bueno la de mis padres porque a nosotras nos pilló en edades comprendidas entre los 5 y 17 años. Pero dimos la talla, no éramos de los más famosos debido a la playa que teníamos y a la escasez de aparcamiento, pero los clientes que venían, venían por nuestra buena comida y simpatía.

Pasaron los años, ni más ni menos que 20 años y después de mucha lucha llegó el momento de cambiar la “lata” por el chiringuito que hoy tenemos. Veinte años después conseguimos tener el restaurante que hemos soñado, que hemos sufrido y por el que luchamos.

Nadie nos ha regalado nada. Lo que tenemos, lo tenemos porque lo hemos conseguido con nuestro esfuerzo. Solo queremos que el “CHIRINGUITO OASIS” Jose Manuel Berrocal dure mínimo otros veinte años más. Siendo fiel a nuestra clientela que es maravillosa y ofreciendo productos de calidad.

  • Un lugar estupendo y acogedor para llevar a tu familia a comer. Lo que más nos gustó fueron los boquerones y el pulpo, a mis niños les encantaron. Volveremos

    profile-pic José Ignacio Macaro Espina

  • Este es mi chiringuito favorito del paseo. Las hamacas están casi en el agua, y así no está rodeada de gente. Y el servicio del chiringuito es muy bueno, todos muy profesionales y agradables. Yo es que voy siempre. Me encanta!

    Macarena Villa
  • Trato exquisito, unas vistas muy bonitas de la playa y la comida inmejorable, me encantaron las paellas que pedimos para la familia. Muy recomendable

    Martí Gallardo Pérez